En la hermosa calle Melchor Concha y Toro numero 135, del barrio Bellavista, de la ciudad de Santiago de Chile, se esconde un taller de tres renombrados artistas visuales, Catalina Prado, Jorge Vilches y Lorenzo Moya. Es casi un secreto que se esconde detrás de la fachada amarilla en una de esas típicas casas de muros continuos de esta zona bohemia y aun con olor a campo del gran Santiago.
Los gruesos muros de adobe no revelan el espacio que albergan. En el interior remodelado por completo por el arquitecto José Antonio Prado hay cuatro lofts-taller que se encuentran en un patio central, muy asoleado y lugar ideal para descansar después de largas jornadas frente a la tela.Estos pequeños departamentos de doble altura, de ventanas y muros blancos llenos de luz, reciben desde hace muy poco a tres pintores figurativos de gran trayectoria. Cada espacio acoge telas y pinceles, pero también computadores y radios, junto a recuerdos personales y objetos que delatan el ojo expertodel coleccionista.
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